No es ninguna novedad el hecho de que actualmente vivimos en un mundo hiperconectado, en el cual el celular y las redes sociales se han convertido en una parte importante de nosotros mismos, llegando incluso a manejar -inconscientemente - nuestras vidas.
La tecnología avanza rápidamente y junto a ella nuestro ritmo de vida. Sin embargo, hay algo en esta vida que nunca va a poder ser reemplazado por la tecnología, las culturas y sus tradiciones. Aquí en las lejanas tierras de la Patagonia, el mate es una de ellas.
El mate o como dicen por ahí, la primera red social, tiene la capacidad de conectarnos con personas, pero conectarnos de verdad, no a través de una pantalla, sino que cara a cara hablando de la vida, como tiene que ser. Con la familia, con los amigos, en el trabajo, en la playa o en las montañas, todo lugar y momento es bueno para disfrutar de este hermoso ritual.
Porque sí, tomar mate es todo un ritual. Desde calentar el agua a su temperatura perfecta, hasta cebar y respetar los turnos correspondientes para tomarlo.
Como si fuera poco, el mate también posee la cualidad de lograr desconectarnos del mundo y sus problemas. Todos aquellos que hemos tomado mate solos alguna vez, sabemos que ese momento puede llegar a ser sagrado, momento en que dejamos el celular de lado, los trabajos para la universidad o los encargos para el jefe en la pega, y solo nos preocupamos de cebar bien el mate y conectarnos con nuestros pensamientos más profundos. Esos que en nuestras cabezas salvarían el mundo.
Como equipo tierra del fuego los dejamos completamente invitados a unirse a esta linda comunidad matera, y a su vez recordarles que estés donde estés siempre, pero siempre, habrá tiempo para disfrutar de unos buenos amargos.
Pd: ¡Cuidemos nuestro planeta! Es el único lugar donde hay yerba mate